En los algo más de siete años que llevo viviendo en Pamplona, una constante se ha repetido durante los meses que dura la Liga de fútbol y, sobre todo, en mayo, cuando está a punto de terminar. Me refiero al sufrimiento de la afición por el equipo de la ciudad, el Club Atlético Osasuna.
Desde que aterricé por tierras navarras en la primavera de 2007, Osasuna siempre ha estado al borde del precipicio, a casi nada de caer en Segunda División. Con la única excepción del Campeonato Nacional de la temporada 2009/10, en el que varias jornadas antes de su conclusión los seguidores del equipo pudimos suspirar aliviados, todas las campañas han sido de infarto y la salvación se ha conseguido por los pelos.
Sin embargo, el año pasado no pudo ser. Llevábamos demasiado tiempo coqueteando con el descenso para que el milagro se produjera una vez más. Después de catorce temporadas con su equipo en la Primera División de la Liga de Fútbol Profesional, la afición presenció cómo el equipo rojillo, que así es como se le conoce de manera cariñosa, descendía al pozo de la categoría de plata.
El 18 de mayo de 2014, la palabra Osasuna, que en euskera significa salud, fuerza y vigor, se convirtió en sinónimo de tristeza, decepción y frustración. La tragedia del descenso visitó el estadio del Sadar, en Pamplona.
Ese día, Osasuna hizo los deberes: consiguió la victoria contra el Betis. Pero, por su trayectoria en la Liga, no dependía de sí mismo y los resultados de los equipos que también se jugaban la categoría no acompañaron. Las carambolas que se tenían que dar no se dieron. El empate del Almería con el Athletic de Bilbao, el triunfo del Getafe contra en Rayo y la victoria del Granada en Valladolid impidieron el sueño de muchos de continuar un año más en la división de honor del fútbol español.
Ese día, Osasuna hizo los deberes: consiguió la victoria contra el Betis. Pero, por su trayectoria en la Liga, no dependía de sí mismo y los resultados de los equipos que también se jugaban la categoría no acompañaron. Las carambolas que se tenían que dar no se dieron. El empate del Almería con el Athletic de Bilbao, el triunfo del Getafe contra en Rayo y la victoria del Granada en Valladolid impidieron el sueño de muchos de continuar un año más en la división de honor del fútbol español.
Ahora el deseo es volver. Y como en la familia rojilla no hay lugar para el desaliento, tras el batacazo, se puso en marcha la campaña “Volveremos”.
Fuentes:
- Club Atlético Osasuna
- Segunda División de la Liga de Fútbol Profesional
- Osasuna: termporada 2009/10
- Primera División de la Liga de Fútbol Profesional
- Estadio del Sadar
- Real Betis Balompié
- UD Almería
- Athletic Club
- Getafe CF
- Rayo Vallecano de Madrid
- Granada CF
- Real Valladolid Club de Fútbol
- El Día Después: Triste final para Osasuna (19/05/2014)
- Campaña VOLVEREMOS
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