A causa de las pésimas condiciones climatológicas que los habitantes de Pamplona padecimos durante la primera mitad de 2013, la cuota de popularidad del famoso lema “Pamplona es Mordor” alcanzó en el mes de junio su mayor nivel. Exactamente lo mismo le ocurrió al río Arga que, saturado por las lluvias, mostró la peor de sus caras.
En la mañana del domingo 9 de junio de 2013, algunas zonas de Pamplona se vieron sorprendidas por las inundaciones más dramáticas que recuerda la ciudad. Tras un invierno y una primavera inusitadamente lluviosos en toda Navarra, la tierra dejó de absorber agua y el río Arga acabó por salirse de su cauce en varios tramos.
En la mañana del domingo 9 de junio de 2013, algunas zonas de Pamplona se vieron sorprendidas por las inundaciones más dramáticas que recuerda la ciudad. Tras un invierno y una primavera inusitadamente lluviosos en toda Navarra, la tierra dejó de absorber agua y el río Arga acabó por salirse de su cauce en varios tramos.
Todo ocurrió a media mañana y en cuestión de minutos. Ante la mirada atónita de todos los pamploneses y la impotente desesperación de los afectados, la riada anegó los parques, las calles, los locales comerciales, los portales, los garajes y los trasteros más cercanos. Centenares de vehículos no retirados a tiempo resultaron dañados.
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Vista del barrio de la Rochapea. Fuente |
En barrios como la Rochapea, uno de los más afectados por su proximidad al río, el agua llegó hasta las rodillas de un adulto. En otros, como el de Ermitagaña o Mendebaldea, se produjeron cortes de luz. Y en dos localidades próximas a Pamplona, Villava y Huarte, diecisiete personas fueron evacuadas de sus casas en lanchas y una en helicóptero.
Por fortuna, no hubo pérdidas humanas, pero se estimó que el costo de los destrozos materiales ascendía a veinte millones de euros. Por desgracia, no hay dinero capaz de recuperar unos datos informáticos sin copia de seguridad o de remplazar unos objetos personales de valor sentimental incalculable.
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Desolación ante la pérdida. Fuente |
Aparte las pérdidas materiales y el desastre económico consiguiente, son difíciles de paliar y olvidar las sensaciones humanas de incredulidad y angustia ante una catástrofe natural imprevisible que, esperemos, nunca volvamos a vivir.
Fuentes:
- Pamplona
- Pamplona es Mórdor
- Navarra
- Río Arga
- Rocha inundaciones
- Rochapea
- Ermitagaña
- Mendebaldea
- Villava
- Huarte
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